UNIDOS EN EL

El tiempo corre y no se detiene,
la vida sigue y no mira hacia atrás,
las personas vienen y van y no se ven,
el amor crece, florece y nadie lo nota.

Si yo fuera el tiempo me detendría,
en un instante, en un momento sublime,
donde la razón y el corazón se unan,
donde la eternidad viva para vivir.

Si yo fuera vida voltearía hacia atrás,
para nunca olvidar y siempre presente,
tener a la vista las cosa que amas,
que adoras y que nunca debes perder.

Si fuera una persona seria diferente,
admiraría, conocería, vería, el alma,
lo bueno de ser y del ser,
me encantaría a la gente conocer.

Si yo fuera amor, crecería inmensamente,
renacería en todas las cosas que existen
amaría sin distinción, daría frutos
y todos me notarían, me sentirían.

Pero solo soy sueño, soy pensamiento,
soy buena intención, me borra el viento
solo sé que si yo fuera todo eso,
Mi existencia, mi ser… no sería necesario.

No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo
y al mismo tiempo tu perfecta espada.

No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.

Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,

sentirás el latido enamorado
conque tu corazón recuperado
te irá diciendo todo, todo, todo.

¿Quién dirige la voz por un aliento ?
cuando todo se duele en mis lamentos?
¿Como podré restaurar todo lo alcanzado ?
Si tu eres mi fiel maestro?

Desear ir sólo en cada paso del día
es darme cuenta que tan pronto te necesito
La lucha constante con mi egoísmo
pone a prueba todo lo que te necesito
cada vez que corro desesperado por un sueño
sin darme cuenta aún, tú encanto me ha conquistado.

¿Quién no desearía conocerte más?
pero mi mente no te puedo alcanzar
¿Cómo no amarte más?
Si tu corazón late en cada suspiro dentro de mí
Creo saber cual es tu mirada
y confianza es lo que allí encuentro
Mucho tiempo me descubres en el silencio
y con mi rostro avergonzado
te cuento toda mi historia

El temor a lo desconocido me asusta
pero saber que no duermes por estar a mi lado
es como leer cuento de aventuras que no acaba
Tú Espíritu ríe en mi almohada
y tu amor eterno me dice: Amado mío!
en mis brazos te llevaré cuando te sientas asustado
y daré luz a tu camino cuando te encuentres perdido

¿Dónde puedo saber más ti?
Si ya todo mi mundo gira alrededor de ti
Sólo una cosa te pido:
Tómame en mis dudas y caídas
y sabré aún más, cuanto me amas

Aire que viajó desde el tormento
con gusto a desespero que ahoga el alma
sin piedad ni color de sentimiento
toda la historia cambia por un momento
poner en pausa la emoción y el pensamiento
deja sin palabras las voces del silencio
y sin gotas de lágrimas el llanto que mata
un soplo de franqueza y elocuencia
golpea en mi intelecto hasta el borde de la locura
Beber un vaso de sentimientos encontrados
tal vez de confusiones, no lo sé
sólo que mi corazón no entiende
y se resiste por más de un motivo donde las dudas me atrapan
al borde de la demencia, y en quietud se queda...

El silencio lo soporta!
El grito se derrumba!

Hoy encontré la fuente y la razón de ser
cansado de guiar mi propio destino
reconozco que sin ti estoy perdido
Caminar, caminar YO QUIERO VOLAR
Cuando te busco a Ti, me veo reflejado YO en ti
y desde el interior hasta alcanzar el sol
Mis sueños repercuten en tierra y polvo gris
las esperanzas no cesan hasta tocar el cosmo que quiero vivir
y vivir en el sentido de tu voluntad me hace feliz

Pasaron meses, años y aun décadas de oscuridad en la vida de Juan. Sin embargo, ni por un instante se te ocurra pensar que trascurrieron inactivos o vacíos. Durante el intervalo de silencio en la vida de Juan, se desarrolló una de las relaciones más intensas que encontramos en la palabra de Dios.

Algo ocurrió, algo intenso.

¿Te imaginas en el lugar de Juan, mientras las noticias recorrían kilómetros y caían de golpe ante su puerta como un periódico, comunicándole un aviso funerario tras otro? ¿Qué habrá sentido Juan, al saber que era el único apóstol que quedaba vivo?

En algún momento de esos años y décadas Juan forjo su identidad como discípulo amado. Cuando el Espíritu Santo le comunico las palabras de su Evangelio, esa identidad estaba intacta.
En aquel entonces, la amenaza que pendía sobre los apóstoles, no alimento en Juan un sentimiento de exaltación sino de humillación. No cabe duda de que habrá luchado con terribles sentimientos que eran opuestos: el temor de que él también lo condenaron al martirio, y el temor de que no fuera así. Los pasos al andar podrían parecer muy inciertos, a medida que aquellas noticias llegaban y los sentimientos de culpa y soledad aumentaban. ¡Cuánto habrá sufrido Juan! Al saber que uno a uno de los apóstoles atravesaban la puerta carmesí de la muerte violenta y entraban a la vida eterna.

Cuando una persona sigue viva mientras los demás han sido considerados dignos de morir, y sin embargo todavía no discierne en ello ningún propósito profundo, pueden surgir todo tipo de incertidumbres.

Tú y yo dependemos de un plan de racionamiento de amor. En este momento de tu vida, ¿sientes con desesperación que necesitas una cuota extra de amor y aceptación? La naturaleza humana procura obtener lo que necesita, de una manera u otra.
Dios es nuestra única fuente. Él nunca se disgusta por más ancha, profunda y extensa que sea nuestra necesidad. Lo único que nos queda es aferrarse a su Amor.
Gran parte de nuestra identidad se desarrolla allí: en la soledad, en la búsqueda de sentido, en el temor de no ser tomado en cuenta, en el terror de que en algún punto del camino hayamos cruzado una línea sin retorno.

Descubrimos nuestra verdadera identidad en aquellos momentos en que nos enfrentamos a la perspectiva de seguir creyendo que Dios nos ama aunque nunca nos use de manera extraordinaria. ¿Pensamos que Él nos demuestra su amor cuando nos usa de manera ruidosa? En este caso, si alguno de nosotros hubiera sido Juan durante los años notablemente silenciosos de las Escrituras, tal vez habríamos renunciado. O por lo menos habríamos disminuido la marcha.
No fue así con Juan. Él sabía dos cosas, y creo que se aferró a ellas con todas sus fuerzas. Sabía que lo habían llamado a ser discípulo. Y sabía que era amado.
En algún punto del camino, aquel Hijo del Trueno renunció a LA AMBICIÓN A CAMBIO DE AFECTO.

En un comienzo, todo parecía marchar en pos del más hermoso arco iris que brillaba en mi corazón, trabajaba sin remedio alguno y corría sin cesar, pero tan pronto me envolvía en una esfera que abrumaba mis ánimos, las voces atormentaban el sueño que causaban estragos a mi despertar. Mi mente comenzó a buscar explicación a tal desgracia que me guiaban a la miseria del error.

El tormento invadió mis anhelos y paralizo mis sentidos. Poco a poco, el viaje imborrable se ahogada entre pesadillas y el espanto brotaba entre mis huesos, ojos aterrorizados al no saber distinguir el cielo feliz y el manto de nube gris.

La historia que se describe de Moisés es similar a lo que hoy he vivido.
Él desesperado, corre en dirección hacia el desierto, descubierto por el crimen no sabe más que huir y ocultarse bajo un sol ardiente que lo guiara en su soledad. Al salvar su vida, Moisés necesitaba descubrir unas cuantas respuestas y olvidar un intenso cuestionamiento que día a día quemaba a su agitado corazón; Sin entender que al aplicar justicia en medio de su propio Israel, no era considerado el Príncipe y Juez que esperaba ser.

¿Te has sentido alguna vez así? Creer que tus decisiones son las más apropiadas y correctas ¿cuando en verdad no lo son? , significara que algo no estás haciendo bien y muy pronto eres sentenciado por la verdad. Los estragos causados por llevar una vida tan obstinada en un absoluto conformismo, confundido tal vez, por no entender que es lo mejor, te han llevado a una profunda angustia, en escasez de alegrías y de triunfos, luciendo un alma despavorida y sin color, marcado por una vida de crímenes.

Si creyeras que estoy escapando de mi verdad, te llevaras otra sorpresa cuando estés enterado de que existe un conflicto interno dentro de mi, porque sé que no estoy siendo aquel que debería ser, viviendo con una identidad oculta que cada día se enfrenta a mi orgullo desenfrenado con una inagotable cantidad de egoísmo.

Sé demasiado de las buenas obras como para ser un insensible que expresa poco amor, se de risas como para nadar en lágrimas de dolor, sé de palabras bíblicas como para recordarlas en mi interior.

Reflejando fracasos, pronto pareciera que te sientes cautivo de tus propios engaños y de esas locas convicciones. Nada te detiene y decides correr incansablemente por salvar tu vida y ahora te ves envuelto en la soledad y en gritos de opresión. En la búsqueda de una vida mejor, tal vez sin esperar una mayor muestra de cambio en el viaje que durante el día pareciera ser eterno y en las noches de mucho tormento; Las marcas en tu alma se han hecho notar, mientras que tu mente se desvanece y los zapatos se vuelven tan pesados por la arena que consume cada paso al andar.

Hoy tengo la oportunidad de recordarte algo que podría volverte al camino, pensarás que estás alucinando, entonces te daré otra señal a la distancia para sigas mirando hacia el frente y así no pienses en detenerte, creerás que estás viendo espejismos. Pero hoy te aseguro una cosa, mientras buscas aquel refugio tan anhelado que clama en el desierto no acabado, TU destino ya no será el mismo y aún más : AQUÍ NO SERÁ TU FINAL. Si cayeres desmayado, allí erguirá tu ser interior y luchará para salvarte de la soledad y llevarte a una experiencia que cambiará radicalmente tu rumbo que es despiadado: UN ENCUENTRO CON DIOS en donde creíste que estabas sólo sin que nadie supiera de tu condición. Está experiencia no será como las anteriores porque marcara tu vida y futuro para siempre.

Dios es quien nos seduce con tales espectáculos sobrenaturales: “Zarza que arde pero que no se consume”, pero debes dar el paso para encontrarte con el Fuego de Dios. Con toda fatiga y desilusión, lo nuevo no deja de ser emocionante y el más grande desafío para una vida hastiada y muy cansada. Pero ya no habrá mas desiertos de este tipo y sentimientos de culpa, caminos desolados que desorientan la mirada, ya no existirá aquel planeta gris Porque Dios siempre nos invita a enfrentar los mayores temores, las amenazas, los problemas y las crisis.

ES APODERARME DEL SELLO QUE DIOS PUSO EN MI CORAZÓN y ser transformado por su Espíritu. Basta de intuiciones naturales y de paradigmas mentales, es ahora en que debo levantarme y sacudirse del polvo que me alejaba de mi destino, es hora de partir en busca del fuego y de escuchar el llamado de Dios para mi vida, es hoy cuando debes acercarte con temor y rendición total ante su presencia para escuchar su voz, es quitar tu calzado porque el lugar en que tú estás santo es.

No hay obstáculo que no puedas vencer!

¿Te has sentido en algún momento sin ganas de continuar, a punto de tirar todo por la borda y decir ya no más?… seguro que si a mí me ha pasado, vienen momentos a nuestra vida en los cuales no vemos por ningún lado la ayuda de Dios y nos sentimos solos.

Pero qué dicha saber que él está allí aunque a veces no le sintamos, él es Fiel, si claro, esto lo experimentaron todos los siervos de Dios, David, Pablo, Moisés, Abraham, José y muchos más.
Creo que Dios espera de sus hijos y de sus siervos una dependencia total de él, no sólo en los momentos cuando todo es bonanza y todo marcha bien, sino también en los momentos de desierto, de prueba y de aflicción, allí es cuando Dios pesa tu corazón y evalúa tu confianza en su Fidelidad, dice la Biblia en el Salmo 37:5:

“Encomienda a Jehová tu camino y confía en El y El hará”.

De una forma muy clara Dios nos hace ver que él esta allí, dispuesto para ayudarnos, dispuesto a extendernos su mano y enderezar nuestros caminos nos toca únicamente CONFIAR en su FIDELIDAD, él nunca cambia, él es perfecto y dice en Jeremías 29:11: “Porque yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, planes de bien y no de mal para que alcancéis el fin que esperáis”, Dios te conoce, sabe de tus necesidades, conoce tu levantar y acostar, está contigo todo el tiempo porque el ángel acampa alrededor de los que le temen y los defiende, Iglesia amada no temas, porque Dios está contigo el lo prometió, él dijo en Mateo 28:20”… Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo, Amén”.

Puedes tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo. Solo tú podés evitar que ella vaya en decadencia. Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.

Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.

Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.

Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.

Es saber hablar de uno mismo.

Es tener coraje para oír un “NO”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.

Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.

Es tener madurez para decir “me equivoqué”.

Es tener la osadía para decir “perdóname”.

Es tener sensibilidad para expresar “te necesito”.

Es tener capacidad de decir “te amo”.

Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz… Que en tus primaveras seas amante de la alegría. Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría. Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo. Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.

Y descubrirás que… Ser feliz no es tener una vida perfecta sino usar las lágrimas para regar la tolerancia. Usar las pérdidas para refinar la paciencia. Usar las fallas para esculpir la serenidad. Usar el dolor para lapidar el placer. Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

Jamás desistas. Jamás desistas de las personas que amas. Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible. ¡Y tú un ser humano especial!

...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

-Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.
-Ven – dijo el padre.
Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.
-Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás…
El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?
-Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.
El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.
Los más pequeños de mente dijeron:
-¿Estás loco?
-¿Para qué?
-Tu padre está delirando…
-¿Qué vas a buscar volando?
-¿Por qué no te dejas de pavadas?
-Y además, ¿quién necesita?
Los más lúcidos también sentían miedo:
-¿Será cierto?
-¿No será peligroso?
-¿Por qué no empiezas despacio?
-En todo casa, prueba tirarte desde una escalera.
-…O desde la copa de un árbol, pero… ¿desde la cima?
El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.
Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó…
Desplegó sus alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas… pero igual… se precipitó a tierra…
Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:
-¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno… – lloriqueó.
-Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.
Es como tirarse en un paracaídas… necesitas cierta altura antes de saltar.
Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.